Los hábitos saludables son necesarios para mantener los niveles de presión arterial adecuados.
Para conservar las cifras de tu presión arterial en parámetros normales, es necesario entre otras cosas, llevar una alimentación balanceada, baja en sal y en calorías, así como hacer ejercicio aeróbico ligero: caminata, bicicleta o trote suave sobre todo si sufres sobrepeso.
A continuación te detallamos algunos puntos importantes para fomentar un estilo de vida saludable y tomar el control de tu presión arterial:
– Pérdida y mantenimiento de peso
El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de hipertensión. La pérdida de peso es la medida más efectiva para empezar a disminuir la presión, incluso con la reducción del primer par de kilogramos se puede observar un impacto positivo.
– Mantener una alimentación saludable y balanceada.
Disminuir el consumo de grasas, principalmente de origen animal, y carnes rojas y aumentar el consumo de frutas y vegetales ayuda a mantener una presión saludable. Así aumentarás la cantidad de fibra que ingieres, lo cual ayuda además a conservar los niveles de colesterol y triglicéridos en rangos adecuados.
– Reducir el consumo de sal.
El exceso de sal que añadimos a los alimentos favorece que la presión se eleve porque retiene líquidos. Al preparar los alimentos evita agregar sal, utiliza condimentos y algunas especies para darles sabor o cocínalos al vapor o a la plancha. No pongas el salero en la mesa y evita los embutidos, ahumados, y conservadores. Lo ideal es consumir menos de ¼ de cucharadita de sal al día.
– Hacer ejercicio.
Realizar ejercicio aeróbico (cardiovascular) regular como caminar a un paso constante al menos 30 min diarios, nadar o andar en bicicleta logra disminuir la presión arterial, mejorar tu estado físico, proteger tu corazón y mantener tu peso.
– Evitar el estrés.
El estrés excesivo puede producir picos e incrementos del nivel de tensión arterial que podrían llegar a ser peligrosos. Intenta evitar en medida de lo posible el estrés y dedícale tiempo a realizar actividades que te relajen, por ejemplo hacer ejercicio, leer o practicar yoga.
– Evitar o reducir el consumo de alcohol.
Las personas que consumen alcohol en exceso presentan una presión más alta y hace más difícil el control de la presión si alguien ya está en tratamiento. Así es que al disminuir el consumo o evitarlo también la presión disminuye en pocos días.
– Limitar el café.
El café también provoca que se eleve un poco la presión generalmente por períodos cortos por eso es importante evitar beberlo en exceso y limitar la cantidad de tazas al día a no más de tres.
– Dejar de fumar.
Fumar es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular y provoca aumento de la presión que es pasajero pero a la larga el daño que sufren las venas y arterias se acumula provocando elevación en la presión y el difícil control.
Si los niveles de presión son muy elevados o no responden bien a las medidas tomadas y al cambio de hábitos es necesario incluir medicamentos antihipertensivos en el tratamiento. Lo más importante es individualizar el tratamiento y mantener un seguimiento y monitoreo.
Evita la automedicación o la suspensión de medicamentos sin la supervisión de tu médico.
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¡Vive más, vive bien!