El condón es actualmente uno de los métodos más efectivos para la prevención de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados, además de fácil de usar, seguro y barato.
Las enfermedades de transmisión sexual pueden adquirirse al tener un solo acto sexual con una persona infectada. El uso correcto del condón disminuye el riesgo de transmisión de virus como el VIH que causa el SIDA y de otras enfermedades como tricomoniasis y gonorrea. Como no puedes saber a simple vista si una persona tiene alguna de estas enfermedades, lo mejor es que lo utilices siempre que tengas una relación sexual para estar protegido. Existen condones de diferentes olores, sabores, texturas, colores y los puedes conseguir fácilmente en farmacias, supermercados y unidades de salud, pero lo más importante es que lo uses correctamente:
1. No lo expongas al calor excesivo ni lo lleves en la bolsa del pantalón o cerca de las llaves.
2. Revisa siempre la fecha de caducidad y que el empaque no esté roto.
3. Ten cuidado al abrirlo. Evita hacerlo con los dientes, uñas o tijeras y no lo utilices si la consistencia es pegajosa.
4. Colócalo cuando el pene esté bien erecto y desde el inicio del contacto sexual.
5. Al colocarlo presiona la punta del preservativo para quitar el aire del interior, tómalo entre tus dedos y desenróllalo suavemente cubriendo todo el pene.
6. Después de la eyaculación retíralo lentamente antes de que haya desaparecido completamente la erección y evitando la salida de semen. Hazle un nudo y deséchalo.
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¡Vive más, vive bien!
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