Claro que es posible dejar de fumar sin engordar. El problema es que para calmar la ansiedad que se produce, en muchas ocasiones, por la falta de tabaco las personas lo sustituyen por el consumo de dulces, galletas, pastas y otros alimentos con un elevado contenido calórico.
Además, quienes dejan de fumar recuperan la sensibilidad en sus sentidos del gusto y el olfato, de modo que incrementa su apetito.
Por eso, te damos dos recomendaciones muy importantes:
– debe reducirse la ingesta de alimentos que proporcionen calorías en exceso y
– aumentar la actividad física.
Estos consejos además de evitar que ganes peso te ayudarán a disminuir la ansiedad.
Por lo tanto la idea “el dejar de fumar engorda”…. es un mito.
Si has decidido dejar de fumar y requieres apoyo o tienes dudas acude a Clínica de Medicina Familiar y platica con tu médico PrevenISSSTE.
¡Vive más, vive bien!