Recibir el diagnóstico de cáncer de mama es un golpe muy duro en todos los sentidos. En ese momento, todo tipo de planes a futuro desaparecen e inicia un proceso en el cual ya nos consideramos muertas. Aun sabiendo que este tipo de cáncer es curable al ser detectado a tiempo, el abatimiento puede hacer que la voluntad para iniciar o continuar un tratamiento parezca un esfuerzo inútil.
En todo proceso de aceptación, adaptación o duelo se siguen ciertas etapas; pasamos por conmoción, sorpresa o negación, como forma de protección inconsciente a algo desconocido; también rebeldía como una forma de enojo hacia los demás, hacia la vida o hacia nosotras mismas, combinado con sentimiento de culpa por no haber acudido al médico antes o hacer caso omiso a los signos de alarma.
Como consecuencia de estos estados anímicos, podemos caer fácilmente en tristeza o depresión. Aquí es muy importante el apoyo familiar y la actitud que tengamos ante la vida, necesitamos un motivo para vivir con y a pesar de la enfermedad. La aceptación de la realidad y la adaptación a un nuevo estilo de vida es necesaria para llegar al momento de asimilar que somos mucho más que la enfermedad, proceso que lleva tiempo y es un proceso normal.
Busquemos el empuje para lograr la meta de nuestro bienestar, generando una capacidad de aprender de las experiencias dolorosas, sabiendo que la enfermedad es reversible cuando se atiende a tiempo y que es responsabilidad nuestra entender lo que significa el cáncer de mama. Y si vemos que somos rebasadas, busquemos ayuda para nosotras y para nuestra familia, porque aunque existen múltiples tratamientos, la mayoría de ellos exitosos, también van de la mano de un acompañamiento terapéutico y de aceptación.
Si es una batalla en todo sentido, evitemos esto y layudemos a prevenirlo entontre esta nota muy sencilla para prevenirlo http://www.supermujer.com.mx/Bienestar/Salud/Como-detectar-el-cancer-mamario.html
compartanla y ayuden saludos